¡El viernes, el 31 de marzo, tuve el placer de reunir y hablar con Jessie Mazar, la primera pasante para el proyecto de Huertas! Jessie estuvo involucrada con Huertas por varios años, desde la primavera de 2012 hasta la primavera de 2016 y fue instrumental en establecer el proyecto de Huertas. Durante nuestra conversación, hablamos sobre una variedad de cosas, desde los orígenes de Huertas hasta la organización que co-fundó Jessie y con que está involucrada hoy en día, Lost Sierra Food Project. Nuestra conversación me hizo pensar en las dificultades de crear cambio en una situación académica (como las universidades) y la importancia de proyectos como Huertas. También hablamos sobre la movilidad y el privilegio que viene con la habilidad de poder viajar, entre otros temas importantes.
Jessie fue una estudiante universitaria en la Universidad de Vermont, estudiando afuera de los EE.UU. por un año y medio antes de conocer a Teresa y Naomi, (hoy en día las co-directoras de Huertas), durante su último año. Después de estudiar fuera del país, Jessie estaba muy interesada en hacer trabajo e investigación aplicada en colaboración con las comunidades de Vermont. Jessie conoció a Naomi y Teresa al momento perfecto. Naomi estaba trabajando con Puentes a la Salud (Bridges to Health) y había estado informalmente llevando las plantas a los trabajadores migrantes como parte de sus visitas relacionadas a la salud a los trabajadores migrantes. ¡Naomi y Teresa pensaron en como formalizar el proyecto y en la primavera de 2012, Jessie fue la primera pasante para el proyecto de Huertas!
Después de graduar de la Universidad de Vermont, Jessie trabajó con Teresa como asistente de investigación y como coordinadora para Huertas. Como dijo Jessie misma, ella:
“… cayó en un rol intermedio de supervisión y trabajo con pasantes, trabajando con los participantes de Huertas, trabajando con Teresa y Naomi y con todos los invernaderos y encontrando donaciones de planta y más o menos descubriendo cómo crear sistemas que funcionan.”
Después de unos años de hacer este trabajo, Jessie entró al programa de posgrado de sistemas de comida en la Universidad de Vermont. Durante su tiempo en este programa, Jessie continuó con su trabajo con Teresa y Naomi y también escribió una tesis sobre el acceso a comida y la seguridad alimentaria en la frontera entre Vermont y Canadá. Fue muy iluminante aprender sobre el comienzo de Huertas y el trabajo fantástico que han hecho Naomi, Teresa y Jessie con trabajadores migrantes y sus familias.
También hablamos sobre los aspectos más difíciles y gratificantes para Jessie como pasante para Huertas. Estábamos de acuerdo que, aunque el proyecto de Huertas lleva la alegría y la felicidad a los trabajadores migrantes de Vermont y aumenta la seguridad y soberanía alimentaria para ellos, no puede arreglar todas los varios problemas con los sistemas de inmigración y comida en los EE.UU. Como pasante para Huertas, es crítico reflejar en las leyes relacionadas a la inmigración y la comida, como NAFTA, y mi conversación con Jessie me permitió reflejar en estos temas y su relevancia. Jessie también habló de las dificultades de mantener la seguridad de los trabajadores migrantes, incluyendo la necesidad de evitar la patrulla fronteriza y de ocultar las identidades de los trabajadores migrantes. Pero aunque habían dificultades, Jessie estaba muy agradecida por la conexión humanas que es parte de Huertas. Para citar a Jessie:
“Mi parte favorita de ser pasante para Huertas…creo que sólo la conexión, el aspecto de conexión humana. Creo que escuchar y compartir como hacer los jardines, hacer comida usando vegetales de las huertas y todas las historias que surgen de eso, y teniendo una manera acogedor de interactuar con personas que se encuentran en una situación difícil y muy aisladas. Pero hay tanta risa y alegría con el proyecto de Huertas.”
Finalmente, durante nuestra conversación yo tuve la oportunidad de escuchar sobre el trabajo fantástico que está haciendo Jessie hoy en día. Después de viajar a Quincy, California en 2018 para completar un trabajo de ocho semanas colaborando en un programa de certificación de agricultura ecológica, Jessie terminó siendo cofundadora del Lost Sierra Food Project, una organización sin fines de lucro centrada en tres objetivos principales: acceso a comida, educación alimentaria y agrícola, y entrenamiento profesional. Mientras que hay muchas diferencias entre este trabajo y su trabajo con el proyecto de Huertas, también son similares debido al hecho de que los dos involucran trabajar con las comunidades locales para identificar problemas y pensar en soluciones y oportunidades. Para aprender más sobre el trabajo que está haciendo Jessie y la organización que co-fundó, por favor visite el sito de web haciendo clic en el enlace siguiente: https://www.lostsierrafoodproject.org/
A chat with Jessie Mazar, the first Huertas intern!
On Friday, March 31st, I had the pleasure of meeting with Jessie Mazar, the first Huertas intern! Jessie worked with Huertas from the spring of 2012 to the summer of 2016 and was instrumental in establishing the Huertas Project. During our conversation, we discussed everything from the origins of Huertas to the organization Jessie co-founded and is involved with today, the Lost Sierra Food Project. Our conversation prompted me to consider the difficulties of creating change in academic situations (such as universities) and the importance of projects such as Huertas, mobility, privilege related to mobility, and other important themes. Jessie attended UVM as an undergraduate, studying abroad for a year and a half and meeting Teresa and Naomi, the Huertas co-directors, during her senior year. After studying abroad, Jessie was motivated to do as much applied and community-based research and work as possible. She met Naomi and Teresa at the perfect time. Naomi was doing outreach for Bridges to Health and had informally been bringing plants to farmworkers as part of her health outreach visits. Naomi and Teresa brainstormed about how to formalize the project and that spring of 2012, Jessie became the first Huertas intern!
After graduating from UVM, Jessie continued to work with Teresa Mares as a research assistant for several years and as a project coordinator for Huertas. As Jessie herself stated, she
“…fell into an in-between role of supervising and working with interns, working with people participating with Huertas, and then working with Teresa and Naomi and then all the greenhouses and getting starts donated and kind of, figuring out how to make systems that work.”
After multiple years of working in this in-between role, Jessie spent two years in the Food Systems Masters Program, continuing her work with Teresa, Naomi, and Huertas, and writing a thesis about food access and security on the Vermont-Canadian border. It was eye opening-learning about the origins of Huertas and the amazing work that Jessie, Naomi, and Teresa did, making connections with migrant farmworkers across Vermont.
We also talked about Mazar’s favorite and most challenging parts of being involved with the Huertas Project. We both agreed that, while Huertas brings laughter and joy into migrant farmworkers’ lives, increasing food sovereignty and security, it cannot fix all of the problems with the immigration and food systems in the U.S. As a Huertas intern, it is vital to reflect on the relationship between Huertas and the U.S. with immigration and food policies such as NAFTA. My conversation with Jessie allowed me to reflect on these topics and their relevance. Another challenge Jessie spoke to is the struggle of maintaining safety and security for migrant farmworkers, including avoiding border patrol and concealing the identity of migrant farmworkers who collaborated with Huertas. However, though there were challenges, Jessie appreciated and treasured the human connection aspect of the work and found it to be meaningful. To quote Jessie herself,
“My favorite part of being a Huertas intern…I think just the connection, the human connection aspect of it. I think the listening and sharing of putting in the gardens and making great food from the gardens and all of the side stories that come out of it, and just having an inviting way to engage with folks who are in a challenging situation and very isolated. But there’s so much laughter and joy with the Huertas project.”
Finally, I got to hear about the amazing work that Jessie is currently doing! After traveling to Quincy, California in 2018 to complete an eight-week job working on an ecological farming certificate program, Jessie ended up co-founding the Lost Sierra Food Project, a non-profit centered around three main goals: food access, food and farming education, and job training. While the work is very different from Huertas, it is similar in that it involves working with the local community to identify challenges and arrive at grassroots solutions. The organization is comprised of a two-and-a-half acre produce farm, farm-to-school programming, and much more! To read and learn more about the amazing work that Jessie is doing today with the Lost Sierra Food Project, feel free to check out the website at the following link: https://www.lostsierrafoodproject.org/